El perfecto matrimonio oculto: adopta un hijo y obtén un esposo gratis — Capítulo 24

Calabash brothers

Lo que le acababa de decir Jingli la impactó demasiado, tanto que le costó un poco digerir la información. 

—Tesorito… —La joven miró al niño, que se había aferrado con fuerza a ella—. ¿Rompiste todo esto porque querías verme? —El pequeño asintió, y la muchacha no pudo evitar fruncir el ceño—. ¿No sabes que lo que hiciste estaba mal? —El bollito negó con la cabeza. No lo sabía.

Ning Xi, al fin, comprendió por qué Tingxiao era tan estricto. Lo más probable es que habían malcriado tanto al niño, que este pensaba que todo tiene que ser tal y como él quería, sin excepciones. 

—Bien, en tal caso, te lo diré ahora yo: lo que hiciste está mal. Solo los niños malos actúan de esta manera, así que no lo vuelvas a hacer nunca más, ¿vale? —Dicho esto, el niño asintió.

La cara de TIngxiao era todo un poema en ese momento. Su hijo era incontrolable. Era casi imposible negociar con la pequeña bestia, pero si asentía y decía que no iba a hacer algo, es que no lo iba a hacer bajo ninguna condición. Todos los psiquiatras que había contratado intentaron miles de cosas para deshacerse de este mal hábito del niño, pero todo era inútil. En cuanto a los castigos, a los ancianos de la familia les costaba demasiado llevarlos hasta el final; siempre acababan cediendo ante el pequeño y este se salía con la suya.

Ahora, solo con un par de días en sus vidas, la influencia que tuvo Ning Xi en su hijo era mucho mayor de lo que esperaba, y estaba más que encantado con eso.

Antes de llevarlo a dormir, regañó un poco más al niño.

—Hmm, ¿te apetece que te cante una canción hoy? —El niño asintió obedientemente—. Jej, ¿qué debería cantar? Hmm… ¡Ya lo tengo! Calabash brothers, siete flores en una rama, sin miedo a ninguna tormenta, la, la, la—comenzó a cantar y Jingli, apoyado en la puerta, casi se cae.

—Tesorito es un niño muy inteligente. ¿Cómo le puede gustar una canción tan infantil? —Se dio cuenta que el pequeño realmente estaba escuchando, pero lo que era más impactante y gracioso, era que su hermano también la estaba escuchando con mucha atención.

Cuando el niño se durmió, Ning Xi se estiró.

—Ah, canté todas las canciones infantiles que conozco.

—Entonces, ¿por qué cantas canciones infantiles?—preguntó Jingli entre risas—. ¡Puedes cantar otras cosas! Esas canciones infantiles casi me matan. —Ning Xi se estaba atando el cabello y, cuando oyó eso, levantó la mirada.

—Algo que no sea infantil, no es apropiado para niños—contestó decisiva.

Tingxiao no participó en la conversación, pero recordó a la muchacha cantar bajo la luz de la luna.

—¿A sí?—preguntó entre risas—. ¿Qué canciones me cantarías a mí, entonces? —Tingxiao lo fulminó con la mirada y el joven se levantó del susto. ¡Ese hombre era demasiado celoso!

—¿Estabas por aquí cerca?—interrumpió Tingxiao. De no ser así, ¿cómo podía haber llegado tan rápido?

—No. —Negó con la cabeza—. Estaba en mi apartamento, pero vine en moto. ¿A que fue rápido? —Se sentía orgullosa de lo veloz que era.

Así que moto, ¿eh? Eso explicaría su atuendo; hoy era aún más impresionante que ayer. Mientras que ayer parecía un espíritu conservador, hoy era una diablesa libre y salvaje. 

—Es muy peligroso. —Tanto su tono como su expresión estaban llenos de desaprobación, pero después, cuando lo dijo, le lanzó a su hermano una mirada penetrante. Era él quien pidió que viniera y, si le hubiera pasado algo en el camino, sería culpa suya.

—¡Qué va! Soy muy buena en mi moto. —Agitó las manos en señal de protesta y bostezó—. ¡Bueno, como al final se ha solucionado todo, me iré yendo!

—Señorita Ning. —Justo cuando estaba a punto de irse, Tingxiao la paró—. Tengo una petición un tanto audaz.

Como ya había soltado toda su rabia y cabreo, la joven volvió a su comportamiento habitual y respondió de la forma más respetuosa posible.

—Señor Lu, por favor, no dude en pedirme lo que sea, pues mientras esté dentro de mis capacidades, lo cumpiré.

La familia Lu era muy poderosa y era respetada tanto en la alta sociedad, como en los círculos más clandestinos y el Rey Demonio Lu era una persona que podía atacarte por una sola palabra que dijeras mal. Muy pocos, o mejor dicho nadie, consiguieron recuperarse de su ataque.

—Lo que sucedió, cuando ambos estuvieron encerrados en el almacén del bar… —Le dirigió a su hijo una mirada pesada—. Lo traumatizó mucho más de lo que me había imaginado. Ahora mismo, parece que usted es la única persona que puede consolarlo, señorita Ning. Tenía la esperanza de que no le importara vivir con nosotros hasta que se recupere.

—Mu-mudarme aquí y…—La joven se quedó congelada al escuchar su petición—. ¿Y vivir juntos?

*Créditos*

  Capítulo anteriorCapítulo siguiente  

Lista de capítulos

Bookmark

No account yet? Register

No robes contenido!!!