El perfecto matrimonio oculto: adopta un hijo y obtén un esposo gratis — Capítulo 37

Entrar al baño de mujeres para encontrarla

En el auto, tesorito no quitaba la mirada del celular que tenía en las manos.

—Iré a buscarla. Espérame aquí—dijo Tingxiao mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad. El niño, cuando vio eso, tiró de la manga de su padre, mostrando así que no quería quedarse. El hombre miró a su hijo y se aguantó el suspiro—. En el caso de que esté borracha, ¿a quién de los dos tengo que llevar en brazos? —El pequeño infló sus mejillas, expresando así su desacuerdo; no necesitaba que nadie lo cargara—. Es una pena, porque después de lo que pasó la última vez mi confianza en ti desapareció por completo. No creo que puedas cuidar de ti mismo. Entiende que si vuelve a suceder algo así, puede que no sea capaz de arreglarlo. —La expresión del hombre pasó a ser severa, mientras que el niño bajó la cabeza, luciendo abatido—. Volveré pronto. —Mientras lo decía, le revolvió el pelo para suavizar un poco la situación, dándose cuenta de que se había pasado un poco—. Viejo Zhang, lleva el coche al parking.

—Sí.

Bajo la atenta mirada de la multitud, el hombre bajó del coche luciendo un traje gris y emitiendo una tremenda presión. Parecía una pieza de jade de lo más valiosa.

—Pero. ¡Pero si es Lu Tingxiao! Jaja, nos estábamos preguntando sobre si es un dios de la fortuna y, efectivamente, ¡resultó ser el dios de la fortuna en persona! Es lógico, en realidad, ¿quién, si no el dios de la fortuna, puede permitirse ese coche? Si a su lado, la familia Su no es nada.

—Oh dios mío, ¡abrázame! Estoy tan conmocionada que voy a desmayarme. Solo lo vi una vez en mi vida en una revista. ¿Quién diría que si vengo aquí llegaría a verlo! Quiero una firma, por dios, ¡Firme mis bragas!

—Já, esos actores famosillos, no tienen otro remedio que arrodillarse ante el dios. Si alguna vez se mete en la industria del entretenimiento, nadie se molestaría en contratar a todos esos peces pequeños.

—¿Meterse en la industria? Sigue soñando, anda. Solo verlo así, de lejos, vale la suerte de toda una vida humana. ¿Y tú quieres que se haga actor para admirarlo todos los días de tu vida? Imposible.

❀ ◦ ❀ ◦ ❀

Incluso cuando entró al hotel, la multitud no se dispersó y seguía chismorreando. 

—Pero, el gran jefe Lu jamás fue a ningún lugar sin previo aviso. Me pregunto por qué vino sólo a un hotel de noche.

—Quien sabe, ¡no es como si hubiera venido a buscar a una mujer!

—Es una pena. Es un hombre excepcional, pero no se acerca a las mujeres. ¿Por qué será?

—Porque le gustan los hombres.

—Eso es una tontería, si le gustaban los hombres, ¿de dónde salió su hijo? Creo que el Maestro Xiao es una persona sentimental, y todavía está enamorado de la madre de su hijo. ¡Debe haberla amado tan profundamente que permaneció célibe todos estos años!

❀ ◦ ❀ ◦ ❀

Cuando Tingxiao llegó al último piso, se dio cuenta que todo el equipo de producción ya se había ido. Se ve que la multitud de fuera, eran las únicas personas que quedaban del evento. Y no vio a Ning Xi en ningún lado. Siguió andando por el pasillo, mientras le llamaba otra vez, pero no llegó a contestar ninguna de las llamadas. Cuando pasó por delante del baño, se paró en seco y, tras afinar un poco el oído, se dio cuenta que un leve sonido del tono de llamada de la joven provenía del baño de mujeres. Colgó la llamada y, en seguida, el sonido también desapareció.

Cuando encontró a la persona que estaba buscando, dejó escapar un suspiro de alivio, pero casi al instante frunció el ceño; no tenía más remedio que entrar al baño de las mujeres para encontrarla.

La melodía resonaba por todo el baño, pero ella no reaccionó ninguna de las veces que le llamó. Por lo visto estaba demasiado borracha como para hacerlo.

—¿Ning Xi?—lanzó una pregunta al aire, esperando una respuesta, pero no la hubo; lo único que recibió era un silencio sepulcral. 

Se quedó parado entre ambos baños, el de hombres y el de mujeres, y se pellizcó el entrecejo. Su expresión era igual de compleja que cuando trabajaba en un trato de diez mil millones de yuanes. Parecía no estar seguro de aquello que debía hacer, pero tan solo unos pocos segundos después se dirigió a la estancia de la que había provenido el sonido.

*Créditos*

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