¿Quieres más?
—¿Qué? —Cuando vio que Tingxiao se sentó en el asiento de al lado, agarró el volante con más fuerza aún, como si estuviera protegiendo su pertenencia más valiosa—. ¿Qué es lo que quieres?
Lu se recostó y sus ojos oscurecieron. ¿Que qué es lo que quiere? Já, mejor que no lo sepa. El hombre llevaba una camisa blanca que, en ese momento, le estaba ahogando, así que se desabrochó un botón, luego otro, luego otro.
Ning Xi, mientras lo hacía, no le quitó la mirada de encima. La presencia de un hombre bello, desabrochándose la camiseta a su lado hizo que se olvidara, incluso, de su preciado tesoro de color blanco-plateado.
Tingxiao, por raro que parezca, no se dio cuenta cómo lo devoraban con la mirada, porque trataba de suprimir sus celos irracionales y, para que le fuera más fácil, encendió un cigarrillo y dio una larga y profunda calada antes de soltar un hálito de humo.
Cuando sacó el cigarrillo, Ning Xi ya no podía aguantarlo más. Comenzó a mirar al hombre sin parpadear siquiera, no atreviéndose a apartar la mirada de esa escena. El ligero movimiento de la nuez, el cigarrillo blanco que tenía entre sus labios, y el humo que salía de su boca.
Lu, al fin, sintió la penetrante mirada de la joven, y cuando se giró para mirarla, vio el ansia vivo con el que lo estaba observando. Casi se deja engañar por esa mirada, pero después se dio cuenta que a quien tanto deseaba no era él, sino el cigarrillo que tenía entre sus labios.
Aunque Jingli, en general, fuera un auténtico desastre, nunca fallaba en la recopilación de información sobre algo, así que todo lo que le proporcionó sobre Ning era más que detallado. Sabía que tipo de educación recibía y cuáles eran sus pasatiempos y, lo que más importaba en ese momento, también sabía que estaba tratando de dejar de fumar.
Había entendido casi de inmediato cuál era el problema. Ya no era solo su ex y el coche, ahora hasta un mísero cigarrillo le parecía más atractivo que él. Nunca se sintió más frustrado e inseguro que en ese momento.
Desde el primer segundo en que la vio, la quería a ella y solo a ella. Pero decidió tomarlo con mucha calma para no herirla. Ning Xi, por otro lado, jamás se interesó realmente por él y le ponía límites constantemente. Si prefería hasta buscarse a algún otro patrocinador antes que ser su esposa.
Hay gente que dice que si no puede olvidar a su ex, es que el nuevo amante no es lo suficientemente bueno. ¿Significaría eso que él no lo era? Incluso se emborrachó hasta tal punto por alguien que la abandonó hace mucho.
Siempre pensó que es mejor tomarse las cosas con calma, y siempre hizo las cosas así, pero jamás se podría haber imaginado que un día perdería toda la razón así, sin más. Que algo tan insignificante y minúsculo haga que pierda toda su calma.
Lu Tingxiao siguió fumando mientras pensaba en todo lo ocurrido; el resplandor rojo de la punta del cigarrillo se reflejaba en sus ojos.
—¿Quieres un poco?—preguntó con una voz baja y profunda.
Ning asintió sin pensarselo dos veces, aunque tampoco estaba muy claro si se sentía atraída por el cigarrillo que le ofrecían o por el hombre que tenía a su lado.
Arrojó las cenizas al cenicero, y le dio otra calada más bajo la atenta mirada de la muchacha. Al cabo de unos pocos segundos, sin permitirle reaccionar siquiera, la besó, permitiéndole saborear el humo que tanto ansiaba.
❀ ◦ ❀ ◦ ❀
Cuando la besó, sus ojos se abrieron de par en par. La rodeaba una auténtica mezcla de olores; el fuerte a tabaco y el suave y fresco aroma del hombre. Abrió los labios por la sorpresa y, prácticamente al instante, aspiró una oleada de humo que no se veía venir. Comenzó a toser mucho, mientras que Tingxiao tomó otra calada más. Con los ojos húmedos por la tos, la persona que tenía delante le parecía más atractiva que nunca.
—¿Quieres más?

*Créditos*
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