La chica que no llegó a la audición
Era hora punta, por lo que había muchísimo tráfico y aunque Ning Xi se esforzara por llegar a tiempo a la audición, le fue imposible; para cuando llegó al edificio en que se realizaba la prueba, vio a Chang Li saliendo en compañía de Ning Xueluo que, llena de felicidad y orgullo, estaba rodeada de muchísima gente que no dejaba de felicitarle. La chica, desde lo lejos, pudo apreciar a Ning Xi corriendo, empapada de sudor, y la miró con la misma expresión de hace cinco años; como si, a su lado, fuese una minúscula e inútil hormiga, que podría aplastar en cualquier momento.
Ning Xi se paró a observar a su hermana subiendo a la furgoneta que, nada más se cerraron las puertas, partió. Xi, sin embargo, no se fue, sino que se dirigió a las puertas del enorme edificio; todavía no era demasiado tarde.
A mitad de camino, se topó con los jueces de la audición charlando alegremente.
—¡Lo siento, llegué tarde! —Hizo una reverencia profunda.
Como la joven les bloqueó el camino, algunos comenzaron a fruncir el ceño, mostrando así su disgusto. Y no es de extrañar, al fin y al cabo, ¿a quién le gusta que la gente llegue tarde?
—Las audiciones ya terminaron. —El asistente del director hizo una mueca—. ¿De qué sirve tener tanta prisa ahora? ¡Tsch! Estos jóvenes de hoy en día…
—¡No estoy aquí por el rol de la protagonista!—dijo Ning Xi.
—¿Eh? Si no estás aquí para ese rol, ¿para qué viniste entonces?—preguntó, lleno de curiosidad, el guionista.
—Me interesa el papel de la segunda protagonista, Meng Changge. Hasta donde yo sé, la última vez no conseguisteis encontrar a nadie adecuado. —Cuando terminó de hablar, levantó la cabeza, y ese momento fue el que lo decidió todo.
El silencio se prolongó durante unos largos cinco segundos, en los que las expresiones de los jueces se suavizaron, y la desaprobación desapareció casi al instante. Lo único que tenían ante sus ojos eran los labios carmesíes y los dientes blancos de la muchacha; el resto del mundo parecía haber dejado de existir. Observaron bien a la joven y se percataron del oscuro cabello que dejó que cayera libremente hasta la cintura y el vestido rojo muy vistoso, que, sin embargo, no eclipsó su belleza, sino que, más bien, la hizo destacar más aún. Estaba allí, ante ellos, mirándolos con gracia y tranquilidad; parecía una huli jing de las leyendas antiguas. Una mujer que cautivaba con una simple mirada, haciendo que todo aquel que la vea muera de deseo. Exudaba un aura madura y seductora, pero, a la vez, parecía tan, tan inocente. Para ellos, su mirada era profunda, pero a la vez de lo más pura. Jamás vieron algo similar.
—¿Cuál es tu nombre? —Cuando Guo Qisheng, el director de la película, habló, todos parecieron despertar del ensueño, volviendo a la cruel realidad.
—Ning Xi.
Todos, incluido el director, se miraron entre sí, valorando las reacciones de los otros.
—Suena familiar. Eres de la «Luz estelar», ¿no? Ve y prepárate bien; el papel es tuyo. Te contactaremos en cuanto comencemos a filmar.
—¡Gracias, director! ¡No se arrepentirá de su decisión! —Hizo una segunda reverencia, pero esta vez de agradecimiento.
Desde el principio, su objetivo no era otro que convertirse en la segunda protagonista. Pasó tres meses practicando para conseguir el rol, esforzándose mucho para comprender los sentimientos de su personaje y la impresión que da, con el fin de causar el mismo efecto con solo una mirada. A pesar de que no fuera para nada fácil, valió la pena. Tuvo éxito.
Cuando la joven se fue, el director no pudo evitar sentir admiración.
—Nos esforzamos tanto para encontrar una actriz, pero, al final, nos encontró ella. Aunque trabaje para «Luz estelar», no tiene suficiente experiencia en el ámbito. Já, jamás pensé que alguien, cumpliendo tan pocos requisitos, podría ser la segunda protagonista. ¿Quién pensaría que sería mucho más bella en la vida real que en las fotos?
—Sus mejores cualidades son el temperamento y los modales—el guionista no pudo aguantarse el comentario—. ¡Su mirada era perfecta! Meng Changge era una admirable general, antes de haberse convertido en esa belleza, y esa muchacha lo captó a la perfección. Puede ser seductora sin ser vulgar, y lo que es más, no le cuesta nada mantener la sensación de pureza e inteligencia descomunal. ¡Já, pero si en el resto de audiciones todas actuaban como si fueran la mejor prostituta del burdel! Dios, no os imagináis lo que me cabreaba.
—Jajaja, no te enfades, porque al fin has encontrado a tu preciada Changge.
❀ ◦ ❀ ◦ ❀
Entretanto, en el mejor hospital de la república popular de la ciudad B.
La habitación VIP en la que se hospedaba el pequeño tesoro, estaba hecha un desastre; el niño se había subido sobre el alféizar de la ventana. Sus emociones eran muy volátiles; le daba absolutamente igual lo que dijeran los doctores o las enfermeras. No pensaba bajar de allí.
Debajo estaba su tío tratando de calmarlo y persuadirlo con varias cosas, pero el pequeño no se dejó engañar por los engatusamientos del hombre.
Lo único que pudo hacer Jingli, era llamar a la compañía para pedirle a su hermano que regresara al hospital.
*Créditos*
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